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Breve apunte sobre el patinaje de chicos en Vancouver

2010-02-22

Mucho silencio estaba yo manteniendo al respecto de la actual competición deportiva de altísimo nivel que está teniendo lugar en la bella Vancouver durante estos días.

Hay cierta polémica alrededor de la clasificación de los chicos en patinaje artístico sobre hielo. Tenemos un caso en el que el el oro se lo llevó un chico que hizo la mejor actuación global pero que realizó, de entre todos los elementos técnicos que hay, algunos de menor dificultad que los que presentó quien quedó inmediatamente por debajo en la clasificación: allí donde otros lanzaban saltos cuádruples, el actual campeón olímpico sólo llegó a los triples. Hay que aclarar que este chico presentó un programa de excelente calidad, equilibrado, limpio y potente, mientras que la máquina técnica que es el segundo clasificado arriesgó más en los saltos, pero hizo peor los demás elementos y falló lo suficiente como para que su actuación completa fuera inferior. De poco sirve lanzar un salto de cuatro vueltas cuando los aterrizajes son pobres, inseguros y mal sostenidos y el chico de al lado, ese tipo que sólo se atreve a saltar triples, hace un programa limpio y de mejor calidad global.

El patinaje artístico es un deporte con una gran variedad de elementos y aspectos a valorar, pero es habitual que público y deportistas sólo se fijen en una pequeña parte del total: los saltos. Tras la sorpresa de Vancouver, no son pocos los que, indignados, afirman que el patinaje ha de evolucionar y que es intolerable que un chico que no presenta cuádruples se lleve el oro. Sin embargo, le pese a quien le pese, el patinaje artístico no consiste exclusivamente en hacer saltos, sino que tiene pasos, piruetas y otras acrobacias igual de difíciles y exigentes, además de una importantísima componente artística (¡de ahí el nombre del deporte!). Si el objetivo de la competición hubiera sido ver quién intenta hacer el salto más difícil, entonces el ganador habría sido otro y los programas habrían sido mucho más cortos porque los elementos «accesorios» habrían desaparecido. Afortunadamente, el patinaje artístico es mucho más completo que eso y todavía es posible ganar cuando la combinación global de pasos, piruetas, saltos y elementos de programa es la mejor aun cuando una pequeña parte, los saltos, es excelente y limpia pero no la más arriesgada.

Categorías: Deporte, Actualidad

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