…esto no es un subtítulo…
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2010-06-30
No es un secreto que los trabajadores de Metro de Madrid están de huelga. Los ánimos están calentitos y no es para menos: los viajeros que usan la red ferroviaria suburbana de Madrid son, en gran medida, los trabajadores más humildes, así que esta huelga le hace daño al famoso proletariado. Ahora bien, los motivos de esta huelga son acuciantes: nada menos que la violación de un convenio colectivo y la imposición de unos servicios mínimos abusivos. Semejante situación pone a prueba los reflejos y obliga a actuar de forma contundente con un paro total o alguna otra medida similar que sea capaz de poner en jaque a quienes rompieron las normas del juego en primer lugar.
Los trabajadores (no sólo los de Metro de Madrid, sino los de toda España) se juegan mucho con esta huelga. El resultado mostrará hasta qué punto (hasta qué siglo) es posible retroceder en materia social en nombre de la lucha contra «la crisis» o, por el contrario, si todavía hay esperanza de salir de ésta conservando algún que otro derecho. Por su situación en el tiempo y su fuerte impacto (eso sí, a un nivel más local que otra cosa), la huelga de los trabajadores de Metro de Madrid es un ensayo de lo que está por venir si las cosas siguen torciéndose.
Para terminar este artículo, dejo unas líneas propuestas por el incauto e irreductible lector G., quien nos recuerda las siguientes palabras de Martin Niemöller (Wikipedia en español, 21:51 del 28 de junio de 2010):
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
Categorías: Actualidad, Derechos, Madrid
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/30/mas-sobre-la-huelga-total-de-metro-de-madrid/
2010-06-29
Los trabajadores de Metro de Madrid están de huelga como protesta ante el incumplimiento de su convenio colectivo. Los servicios mínimos no están siendo respetados —la huelga es total. Esto ha provocado, como era de esperar, la indignación de buena parte de la multitud que a diario tiene que utilizar el ferrocarril suburbano para llegar al trabajo.
Las huelgas en el transporte público son muy impopulares por buenos motivos: perjudican más a los trabajadores que tienen menos. Los ánimos se calientan especialmente cuando los más desfavorecidos descubren que los huelguistas disfrutan de unas condiciones laborales más atractivas que las de la mayor parte de la población. Estas huelgas hacen que el perjuicio pase de quienes se movilizan hasta una masa explotada que sufre enormemente cuando llega tarde al trabajo.
Los trabajadores de Metro de Madrid están haciendo presión de una forma extremadamante dañina, pero sus motivos son buenos y sus alternativas insatisfactorias. El incumplimiento de unos servicios mínimos impuestos por la parte interesada en que la huelga no tenga repercusión es un acto de dudosa legalidad —de una legalidad tan dudosa como el incumplimiento de lo acordado en un convenio colectivo. Debemos recordar que la violación de un convenio colectivo es un asunto muy serio y de inusitada urgencia. Los trabajadores no pueden permitirse esperar a que un tribunal se pronuncie y les dé la razón mientras sus derechos se ven vulnerados. La violación de un convenio colectivo es un acto completamente intolerable. Empezar a aceptar semejante cosa en el caso de un colectivo algo más favorecido que otros (pero ni mucho menos el más favorecido de todos) es algo peligroso: basta un descuido para que no quede convenio a salvo.
Hay menciones de que los huelguistas están chantajeando a los
madrileños. Los madrileños contra los huelguistas… ¡Menuda
maniobra de distracción! Ahora va a resultar que los trabajadores de
Metro de Madrid son todos de Australia⸮ Vender a los huelguistas
como un grupo ajeno a los madrileños viene muy bien a la hora de
condicionar al público. De igual manera, viene muy bien hablar de
una huelga salvaje
y olvidar casualmente el mencionar
los motivos por los que ésta tiene lugar.
Son muchos los que dicen que los trabajadores de Metro tienen que
arrimar el hombro y apretarse el cinturón como los demás
trabajadores
. Son pocos los que se preguntan si es realmente
justo que los trabajadores tengan que hacer sacrificios en primer
lugar. Al final va a resultar que los derechos conquistados tras
décadas de lucha son algo inmoral porque no son buenos para la economía
—es decir, la economía de alguien.
Por el daño que están causando, los trabajadores de Metro de Madrid en huelga se arriesgan a sufrir penalizaciones gravísimas. Montones de viajeros ya están sufriendo sin haber tomado parte activa en este conflicto. Mientras tanto, quienes provocan la situación detonante de la huelga siguen viviendo a lo grande.
Categorías: Actualidad, Derechos, Madrid
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2010-06-27
Imagen PNG en 256 tonos de gris, 800 píxeles de ancho y 1859
píxeles de alto, 67,3 kB.
Otro dibujo con nuestra bailarina favorita.
Categorías: Dibujos
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/27/bonita-bailarina/
2010-06-24
Este artículo va a disgustar a mucha gente. Por fortuna, en el momento de escribir estas líneas todavía existía la libertad de expresión.
Últimamente está muy de moda en España amenazar con prohibir el uso del burka y otras prendas que cubren cabeza y a veces rostro de muchas mujeres musulmanas. La excusa para esta invasión de la libertad de vestimenta suele ser la defensa de la dignidad de las mujeres. Tal cosa no tiene fundamento; las mujeres que visten con estas prendas de forma voluntaria conservan la dignidad intacta porque obran libremente, mientras que las mujeres que ven cómo sus cónyuges las obligan por la fuerza a vestir ropas que consideran indignas ya están protegidas por el marco legal vigente, desde la actual Constitución española hasta textos más particulares. Podemos obtener a pie de calle argumentos como éste, quizá más ajustados a la mentalidad real de los aficionados a las prohibiciones:
Si vienen aquí (las mujeres musulmanas a España), que se adapten a nuestras costumbres.
Habría que preguntar cuáles son esas costumbres nuestras tan famosas y arraigadas. ¿Habrá que vestir a partir de ahora con las prendas tradicionales de cada pueblo? ¿Qué pasa con los lugares donde tales vestimentas no existen? ¿Son acaso ropas tradicionales españolas los trapos que salen de las casas de diseño de París, Londres, Milán y Nueva York? Hay que asumir lo evidente: la cultura no es algo a lo que los hombres han de servir, sino que es un fenómeno emergente de las propias interacciones interpersonales: la cultura no es una estructura inmóvil, sino que es algo vivo que hace la gente. Además de basarse en una definición oportunista de lo que son «nuestras costumbres», la prohibición de una manifestación cultural sólo porque ésta es considerada extraña es peligrosa y no se ajusta a derecho.
Volvamos al argumento de la dignidad. Como veíamos, esa entidad abstracta conocida como «la mujer» no se ve disminuida cuando unas cuantas personas deciden libremente llevar unas prendas que las cubren en gran medida o incluso por completo. Cada cual está en su pleno derecho de opinar que estos ropajes son estrambóticos o siguen la tendencia opuesta a la del destape progresivo que tanto esfuerzo costó lograr en España; ahora bien, estos juicios de valor no pueden servir de fundamento para restringir la libertad de vestuario. Le pese a quien le pese, en este país es perfectamente legal llevar cualquier cantidad de ropa, lo que incluye ir completamente desnudo o cubrirse con un burka. En cuanto a la posibilidad de que los ropajes de la discordia sean una humillación para las mujeres al suponer que sus cuerpos son algo indecente que hay que tapar, debemos recordar que las leyes han de evitar meterse en el santuario de los pensamientos de cada uno. He aquí un ejemplo que demuestra lo ridículo del planteamiento: si un hombre barrigudo se cubre con una camiseta al pasear por una playa porque le avergüenza su cuerpo, ¿debemos prohibir este atuendo porque atenta contra la dignidad de la gente con sobrepeso?
Si lo que ofende es que el rostro vaya tapado, entonces habría que prohibir bufandas, cascos de motocicleta e incluso flequillos largos y melenas que puedan cubrir accidentalmente la cara. De hecho, parece que por ahí van los tiros en algunos lugares donde surge la prohibición de cubrir el rostro en espacios públicos cerrados. Dicen que es para que en todo momento pueda identificarse a la gente. Lo curioso es que hay muchísima gente de acuerdo con estas medidas. Si no se trata de un simple caso de islamofobia justificada con pobres excusas, entonces es tristísimo el grado de sumisión al que hemos llegado. Recordemos que las fuerzas del orden ya pueden identificar a cualquier ciudadano sin haber leyes que obliguen a ir completamente descubierto en todo momento. ¿Deberíamos pegarnos el carné de identidad a la frente para facilitar la labor de identificación? Ahora resulta que quien desea no ser identificado es siempre un ladrón terrorista radical, peligroso e inmoral que atenta contra las sanas costumbres. Hace falta una imaginación muy pobre para no ser capaz de imaginar casos perfectamente legítimos para desear no ser identificado; por ejemplo, puede que la persona que oculta su rostro lo haga para resguardarse del siempre excesivamente frío aire acondicionado, puede que quiera evitar ser reconocida por un enemigo de la infancia, puede que lleve una mascarilla para evitar el contagio de alguna enfermedad, puede tener alguna pústula que desea ocultar, puede que sus amigotes le hayan gastado la broma pesada de pintarle la cara con tinta indeleble y puede que simplemente le apetezca llevar la cara oculta en ese preciso momento. También hace falta una imaginación paupérrima para no darse cuenta de que un personaje malintencionado sólo tiene que caracterizarse adecuadamente para poder dar un gran golpe con el rostro aparentemente descubierto pero sin posibilidades de ser identificado con éxito. Obligar a llevar la cara al aire dentro de los lugares públicos cerrados es arbitrario, no aumenta la seguridad real y sirve para extender un peligroso clima de sumisión y sospecha.
Volvamos a los casos de mujeres obligadas a llevar prendas «indignas» en contra de su voluntad. Si esto pasa, entonces el problema no está en la ropa y no se resuelve prohibiendo la ropa. La ropa no es más que un síntoma de algo grave. Prohíbase el burka (escasísimamente utilizado en España, por cierto) y desaparecerá la ofensa a la vista, pero la opresión seguirá manifestándose por vías más difíciles de detectar. El problema real está en los malos tratos y en las coacciones, no en un velo aquí y allá.
Hay situaciones, por supuesto, en las que la libertad de vestuario se ve restringida. Tales casos responden a un evidente interés práctico. Por ejemplo, el albañil ha de proteger su cabeza con un casco. El burka no es especial en este aspecto.
Las leyes de naturaleza moral no tienen base en el actual marco constitucional español. Si las cosas funcionaran bien, las restricciones morales al vestuario no durarían mucho tiempo o ni siquiera serían planteadas. Si las cosas funcionaran bien, insisto.
Categorías: Actualidad, Derechos
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/24/la-bobada-de-prohibir-el-burka/
2010-06-23
Ahora que estamos en pleno campeonato mundial de fútbol, parece adecuado dedicarle unas líneas al que posiblemente es el deporte más popular del mundo. Esta popularidad es difícil de negar: los jugadores de fútbol (profesionales y no profesionales) pueden llenar naciones enteras y los aficionados son innumerables. Podemos recorrer el mundo y encontrar culturas asombrosamente dispares entre sí pero unidas por la pasión por el fútbol. La saturación (el fútbol está en todas partes) y el notable efecto de realimentación de la popularidad (lo que es popular atrae a más gente) son en parte responsables de la extendidísima afición al fútbol, pero no hay que restarle mérito a la mágica fórmula que sitúa a este deporte en una posición tan privilegiada frente a otros: se trata de un juego de equipo con normas sencillas pero no triviales que suponen un desafío suficiente para despertar un cierto interés, con un ritmo que se adapta fácilmente al estado físico de los jugadores y que funciona, en sus variantes más informales, con una infraestructura tan modesta como una superficie más o menos llana con extremos delimitados y una simple pelota, uno de los juguetes más elementales y versátiles.
No son pocos los intelectuales que se muestran muy críticos con el fútbol. Es cierto que hay rivalidades malsanas, grupos de aficionados embrutecidos y una gran saturación mediática. Estos males, no obstante, no son cosa del deporte del balompié, sino que crecen alrededor de él porque los brutos gravitan hacia lo que es más popular y porque los medios de comunicación no son siempre elegantes y se arriman siempre al sol que más calienta. El fútbol, en sí, es un deporte magnífico que pone a prueba la resistencia, la fuerza, la destreza y la coordinación entre los miembros de un equipo. La condición de grandes estrellas de muchos futbolistas profesionales supone una oportunidad de oro para disponer de buenos modelos de comportamiento que enseñen a los jóvenes deportividad y hábitos saludables. Las rivalidades entre equipos pueden ser sanas «rivalidades amistosas» y suponer un estímulo para la superación personal. La afición por el fútbol puede convertirse en un punto de unión entre culturas o individuos enfrentados. Si hay un problema, no está en el fútbol.
Categorías: Deporte
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/23/curioso-deporte-el-futbol/
2010-06-22
Eso de guardar el sitio consiste en ocupar un asiento (o algún otro tipo de puesto) con prendas o la simple mirada vigilante de un amigo para impedir que otras personas lo usen. ¿Se trata de una costumbre sin consecuencias o, más bien, perjudica al conjunto de los usuarios del lugar en disputa?
Incauto lector, imagina que llegas a un lugar con plazas limitadas. Puede ser una sala de lecturas o quizá una gradería. De lejos, parece que hay muchos sitios libres para sentarse. Lamentablemente, una vez te acercas un poco más, encuentras que todos los asientos libres están ocupados por prendas: gorros y abrigos que indican que los sitios están ocupados por meros recuerdos. Después de buscar durante un buen rato, ves un sitio que parece estar libre. Te aproximas a él, pero recibes una reprimenda de alguien que está sentado a dos bufandas y un bolso de distancia —este sitio también está ocupado. Esta situación se repite una vez tras otra hasta que llega la hora de marcharte. Has perdido el tiempo y muchos sitios no han sido ocupados por personas de verdad.
La situación del párrafo anterior se repite con demasiada frecuencia. En mi propia experiencia hay casos de salas en las que casi todos los puestos estaban ocupados por fantasmas.
La costumbre de guardar el sitio está muy arraigada. La idea puede incluso parecer buena: quien reserva el sitio llegará tarde o temprano (¡podría estar en camino!), de modo que es casi como si ya estuviera ocupándolo físicamente. Tengamos en cuenta que hay un número limitado de sitios y sería una lástima que la persona que reserva se quedara sin el suyo. ¿Y qué daño hace guardar el sitio? ¡Todo el mundo lo hace! ¿O no es así? Evidentemente, los sitios guardados están apartados del circuito convencional de uso y agravan la escasez de puestos libres (o incluso la provocan en primera instancia). El sitio guardado es un sitio infrautilizado que perjudica a usuarios reales para favorecer a usuarios hipotéticos. La práctica de guardar sitios es insolidaria y de muy mal efecto.
Categorías: Civismo
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/22/guardar-el-sitio/
2010-06-21
El solsticio de junio de este año cae el 21 de junio. A partir de hoy, los días serán más cortos en el hemisferio norte y más largos en el hemisferio sur.
Los solsticios han estado acompañados de celebraciones desde tiempos remotos. En España y otros países europeos es frecuente encender hogueras este día… más o menos. En España, suele celebrarse la noche más corta del año, incorrectamente, durante el tiempo comprendido entre el 23 de junio y el 24 de junio.
Categorías: Fechas
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/21/solsticio-de-junio/
2010-06-20
Los anuncios por megafonía de Metro de Madrid solían comenzar con un cálido «atención, señores viajeros». Hace ya unos cuantos meses, el mensaje cambió sutilmente: ahora, la fórmula es «atención, señores clientes». La diferencia es sutil en apariencia, pero importante y profunda en contenido: ahora no hay viajeros, sino clientes. El lenguaje opera entre sombras y quien lo controla dirige los pensamientos. El término «viajeros» se centra en las personas y en sus movimientos, mientras que el término «clientes» se centra en una transacción comercial somo si ésta fuera el fin en vez de ser el medio. De esto a «atención, demanda» hay muy poco camino.
Categorías: Madrid
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/20/senores-viajeros-o-senores-clientes/
2010-06-19
Hace casi un año, presentamos el artículo del juego de las cifras restadas, una curiosidad matemática recreativa. Como respuesta, J. L. propuso otro sencillo pero interesante problema. Aquí lo tenemos:
Tómese un número natural A expresado con varias cifras en una determinada base B. Súmense sus cifras, súmese las suma de sus cifras, súmese la suma de la suma de sus cifras… hasta que se obtenga un número de una única cifra. Este número no varía si el anterior proceso se realiza sumando en bloques de cifras (contiguas o no contiguas).
Expresado de un modo semiformal, el algoritmo básico a seguir es:
Podemos modificar el procedimiento ligeramente y sumar, en vez de cifra a cifra, bloques de cifras (contiguas o no contiguas). El resultado, S, es siempre el mismo. Concretamente, el resultado es el residuo común del número de partida A módulo B − 1 (la base menos uno). En los siguientes párrafos, veremos por qué es así.
Partimos de un resultado del juego de las cifras restadas: si a un número natural Ak le restamos las cifras de su expansión en la base B, obtenemos un múltiplo entero de la base menos uno:
Ak ≡ ∑(i=0,…,Nk) ci;k Bi
Sk ≡ ∑(i=0,…,Nk) ci;k
Ak − Sk = (B − 1) ∑(i=1,…,Nk) ci+1;k ∑(j=0,…,i−1)Bj
La suma de cifras Sk puede tener, en su expansión en base B, una única cifra o varias cifras. Esta demostración parte del paso final en el que se obtiene el valor final de una sola cifra, S = Sk. Por el anterior resultado, es congruente con Ak módulo B − 1:
S ≤ B − 1
S = Sk
Sk ≡ Ak (mod B − 1)
Si nos encontramos en el primer paso (k = 0), entonces esta parte de la demostración ha terminado. Si no, tenemos que el número Ak es igual a la suma del paso anterior, Sk−1. Por lo tanto:
Sk ≡ Sk−1 (mod B − 1)
Podemos extender el anterior resultado hasta el primer paso:
S = Sk
Sk ≡ Sk−1 (mod B − 1)
Sk−1 ≡ Sk−2 (mod B − 1)
…
S1 ≡ S0 (mod B − 1)
S0 ≡ A0 (mod B − 1)
A = A0
Por transitividad:
S ≡ A (mod B − 1)
Además, el resultado S tiene una sola cifra:
S ≤ B − 1
Por lo tanto:
S = A (mod B − 1)
De una forma un poco más explícita, el anterior resultado queda expresado de la siguiente manera:
S = A − ⌊A ⁄ (B − 1)⌋ (B − 1)
Cada diferente estrategia de suma por bloques puede dar un conjunto de resultados intermedios {S0, S1, …, Sj, …} aparentemente distinto del que se obtiene con otras estrategias, pero la propiedad distributiva se aplica a la congruencia, así que todos los resultados intermedios siguen siendo congruentes módulo B − 1 con el número de partida A y, por lo tanto, el resultado final S es siempre el mismo: el residuo común módulo B − 1 o, lo que es lo mismo al ser todos los números no negativos, el resto de la división de A entre B − 1.
QED
Categorías: Matemáticas
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/19/el-juego-de-las-cifras-sumadas/
2010-06-18
Las letras ibéricas se quedan cojas. José Saramago murió hoy, 17 de junio de 2010. Tenía 87 años y nos dejó joyas literarias con planteamientos audaces y oraciones infinitas.
Categorías: Actualidad
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/18/nos-deja-jose-saramago/
2010-06-17
Los objetos sólidos que manejamos en la vida cotidiana no son perfectamente rígidos, sino que se deforman cuando se les aplica un esfuerzo y responden con una fuerza recuperadora que hace que tiendan a recobrar la forma original. En general, la respuesta de un material a una carga puede ser bastante complicada. Las gomas elásticas, por ejemplo, suelen ser muy fáciles de estirar cuando no están muy tensas, pero a partir de un punto se vuelven muy rígidas bruscamente. Sin embargo, dentro de ciertos límites, muchos materiales responden de forma lineal ante las cargas: si se les aplica un determinado esfuerzo, se deforman en una determinada cuantía; si se les aplica el doble de esfuerzo, se deforman el doble; si se les aplica la mitad de esfuerzo, se deforman la mitad…
Comportamiento lineal de un muelle: la elongación y la fuerza
son directamente proporcionales.
Los materiales que responden de esta manera son conocidos como materiales elásticos lineales. La respuesta elástica lineal es muy común —por lo menos cuando las deformaciones son lo bastante pequeñas. La ley del comportamiento elástico lineal es conocida como ley de Hooke. En su aplicación más básica, describe el comportamiento de un muelle sometido a una carga y tiene el siguiente aspecto:
F = k x,
donde F es la fuerza aplicada, k es una constante de proporcionalidad que depende de las características del muelle y x es el alargamiento del muelle (es decir, la diferencia entre la longitud del muelle con la fuerza aplicada y la longitud que tenía el muelle cuando estaba en reposo).
Un cuerpo elástico lineal sometido a diferentes cargas. En rojo,
las fuerzas aplicadas; en azul, los desplazamientos en los puntos de
aplicación de las fuerzas.
Podemos generalizar la ley de Hooke de muchas maneras. Por ejemplo, si queremos describir los desplazamientos de muchos puntos de un objeto sólido en el régimen elástico lineal en función de las fuerzas aplicadas en dichos puntos, tenemos lo que sería la ecuación de un muelle multidimensional:
Fi = ∑j kij xj.
En la anterior ecuación, Fi es la fuerza aplicada en el punto número i, xj es el desplazamiento del punto j y kij es un coeficiente de rigidez que relaciona el desplazamiento xj y la fuerza aplicada Fi. Podemos entender estas fuerzas y estos desplazamientos de una forma generalizada: pueden ser también, por ejemplo, momentos y rotaciones. Por supuesto, esta formulación en términos de rigidez (que expresa las fuerzas en función de los desplazamientos) es equivalente a una formulación en flexibilidad (que expresa los desplazamientos en función de las fuerzas).
Las partículas del interior de un sólido se mantienen en su sitio
como resultado de las interacciones que se dan entre ellas. Arriba, el
sólido está en reposo. En el medio, el sólido está sometido a
compresión y la repulsión entre las partículas se traduce en una fuerza
recuperadora. Abajo, el sólido está sometido a tracción y la atracción
entre las partículas se traduce en una fuerza recuperadora.
El comportamiento elástico lineal es muy común. Es de esperar que sea así. En un bloque de material sólido, las partículas mantienen sus posiciones relativas al interactuar entre ellas: cuando dos partículas se acercan demasiado entre ellas, se repelen entre sí, mientras que se atraen mutuamente cuando se alejan demasiado, de modo que hay una posición de equilibrio en la que las partículas se mantienen, en cierto sentido, en reposo. Si las cosas funcionaran de otra manera, el objeto sólido no existiría: si las partículas se atrajeran más y más al acercarse, entonces acabarían colapsando; si las partículas se repelieran más y más al alejarse, entonces se dispersarían por el espacio. Visto lo visto, está claro que, por lo menos dentro de ciertos límites, el sólido tenderá a recuperar su forma al ser deformado (es decir, al juntar o separar sus partículas), de modo que habrá que aplicar un esfuerzo para mantener la deformación. La fuerza que hay que aplicar puede variar de un modo complicado con la deformación, pero si esta última está dentro de un rango lo suficientemente pequeño, podemos aproximar con gran precisión el comportamiento con una ley lineal.
Es común que una aproximación lineal sea aplicable dentro de
ciertos límites.
Corría el año 1676 cuando Robert Hooke enunció la conocida ley del comportamiento elástico lineal. Curiosamente, no la publicó de forma clara, sino ofuscada en un anagrama:
ceiiinosssttuv
Dos años después, en 1678, el misterio fue desvelado: el anterior anagrama correspondía a la siguiente expresión en latín:
Ut tensio, sic vis.
Esta expresión significa: «como la extensión, así es la fuerza». Hay una colección interesantísima de anagramas científicos del siglo XVII en una página dedicada a ello en CIENCIAnet.
Aviones, puentes, barcos… la ley de Hooke cumple su función a diario en el diseño de las estructuras de estos ingenios y de las de muchos otros. ¡No está mal para una ley tan sencilla!
Categorías: Física
Permalink: https://sgcg.es/articulos/2010/06/17/ley-de-hooke/
2010-06-16
Imagen PNG en 256 tonos de gris, 800 píxeles de ancho y 410
píxeles de alto, 42,1 kB.
Un cangrejito. El dibujo está basado en esta fotografía (enlace a una fotografía de Wikimedia Commons con fecha de revisión de 2 de agosto de 2009 a las 13:05).
Categorías: Dibujos
2010-06-15
Algunos incautos pero atentos lectores habrán notado la escasa actividad de las últimas semanas. Unos problemas técnicos importantes impidieron mantener un ritmo de publicación razonable. Afortunadamente, estos problemas técnicos están casi completamente resueltos. Como recompensa por vuestra paciencia, he preparado un sistema de fuentes web (RSS 2.0 y Atom), algo que varios lectores habían solicitado. Ahora podéis suscribiros, hacer redifusión de contenidos o lo que sea que os guste hacer con estas cosas. Los enlaces a las fuentes web están en la barra de navegación.
Categorías: Miscelánea
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2010-06-14
El 14 de junio es el Día Mundial del Donante de Sangre. Las celebraciones tienen un lema y un lugar de acogida diferentes cada año. Esta vez, el lema es «sangre nueva para el mundo» y se busca animar a los jóvenes para que se conviertan en donantes de sangre. La ciudad que el presente año acoge este día tan singular es Barcelona.
La donación de sangre es un acto voluntario y no remunerado mediante el que el donante hace un pequeño esfuerzo para marcar una gran diferencia.
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2010-06-05
El primer sábado de junio es el Día de Dibujar. Para participar en las celebraciones hay que hacer dibujos y compartirlos con el resto del mundo.
Lamentablemente, en SGCG estamos experimentando ciertos problemas técnicos que impiden digitalizar un dibujo nuevo para esta ocasión. Afortunadamente, no todo está perdido, ya que rondaba por alguna parte un dibujo muy conveniente: El Baile de la Croqueta. Como todo el mundo sabe, los alimentos tienen sus vidas privadas y gustan de los placeres de la danza; he aquí una muestra:
Imagen PNG en 256 tonos de gris, 800 píxeles de ancho y 662 píxeles de
alto, 317,2 kB.
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