…esto no es un subtítulo…
2010-05-10
El espacio aéreo es muy grande y carece de referencias visuales evidentes. Para no perderse en tan vasto espacio, las aeronaves cuentan con instrumentos de navegación de todo tipo. Uno de estos instrumentos es el altímetro, un aparato que determina la altitud de vuelo.
Los altímetros más comunes son los altímetros barométricos. Su principio de funcionamiento es muy sencillo: la medida de presión de la toma de estática entra en un modelo de atmósfera (la Atmósfera Estándar Internacional) que relaciona la presión con la altitud; de ahí se extrae la altitud de vuelo. Este sistema tiene cierta imprecisión porque la atmósfera nunca se comporta como el modelo, pero es a todos los efectos lo bastante bueno y robusto.
Los altímetros barométricos incorporan mecanismos de ajuste que permiten copar en cierta medida con las condiciones meteorológicas específicas. Es posible fijar el reglaje para la presión de referencia. Hay varios reglajes distintos, varios de ellos basados en medidas tomadas en estaciones de referencia que suelen estar en los mismos aeródromos. Estos reglajes toman los nombres de los códigos de comunicaciones por radio que llevan asociados:
Varias de las anteriores referencias de presión se basan en reducir al nivel del mar la presión tomada en una estación de medida. Esta reducción se hace mediante el modelo de Atmósfera Estándar Internacional dejando como variable a calcular la presión al nivel del mar (y la temperatura al nivel del mar en el reglaje QFF). Como la altitud de la estación de medida se conoce con buena precisión, estas reducciones son de buena calidad, o por lo menos son tan buenas como el modelo de comportamiento de la atmósfera.
Categorías: Aeroespacio
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