…esto no es un subtítulo…
2012-12-20
El 20 de diciembre es el Día Mundial del Escepticismo y contra el Avance de las Pseudociencias. Esta fecha coincide con el aniversario de la muerte del extraordinario Carl Sagan.
Concretamente, ¿qué es el escepticismo científico? El escepticismo científico no es la mera incredulidad sin motivo. Es la adopción de una mentalidad crítica hacia las afirmaciones que no pueden ser verificadas ni reproducidas. El escepticismo científico nos ayuda a evitar las trampas de los charlatanes deshonestos.
Las pseudociencias son prácticas que se venden como científicas, pero que en realidad no lo son. Pueden valerse de terminología de disciplinas científicas respetables con el fin de crear una ilusión de rigor y validez, pero en realidad no son más que pensamiento mágico disfrazado para engañar al público ignorante.
La pseudociencia puede ser muy dañina no solamente en el ámbito meramente intelectual, sino también en lo que se refiere a la propia salud. No son pocos los charlatanes sin escrúpulos que se valen de ideas pseudocientíficas para enriquecerese a costa del sufrimiento de los demás. El incauto lector seguramente conocerá algún caso de personas enfermas que, en su desesperación, se dejan engatusar por indeseables que les venden píldoras de excipiente y nada más, costosos aparatos inútiles llenos de lucecitas o incluso sustancias nocivas caretentes de valor terapéutico. El charlatán se frota las manos mientras el paciente pierde la oportunidad de recibir un tratamiento que podría salvar su vida.
Contra la pseudociencia, la mejor arma es el escepticismo
científico. Las afirmaciones extraordinarias exigen pruebas
extraordinarias para ser aceptables. Ante un charlatán, debemos
hacer estas preguntas: ¿Qué fundamento empírico tiene esto?
¿Es posible reproducir los resultados?
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