…esto no es un subtítulo…
2017-02-21
Los estibadores convocaron una huelga y, como otras veces, toca apelar a la envidia motivada por unos supuestos privilegios con el fin de seguir igualando a la baja los salarios españoles. Ayer vimos que algunas fuentes citaban los siguientes datos sobre el salario de los estibadores:
Expliqué que esto es muy llamativo si lo comparamos con cómo se distribuyen los salarios en otras profesiones. Vamos a ver por qué. Puedo adelantar que los números citados son difíciles de creer.
Por lo general, los salarios quedan muy bien modelados con una distribución log-normal, quizá con una distribución de Pareto entre el 3 % o el 1 % más rico. Si ignoramos la cola con distribución de Pareto, la probabilidad de que el salario S de un individuo cualquiera esté en el intervalo diferencial entre la cantidad s y la cantidad s+ds es:
E[s ≤ S ≤ s+ds] = {1 ⁄ [s σ √(2π)]} e−[ln(x)−μ]2 ⁄ [2 σ2] dx.
La probabilidad de que el salario S de un individuo cualquiera sea igual o inferior a una cantidad s es la siguiente:
E[S ≤ s] = (1 ⁄ 2) + (1 ⁄ 2) erf{[ln(s) − μ] ⁄ [σ √(2)]}.
El salario medio es
E[S] = eμ + σ2 ⁄ 2.
En las anteriores expresiones, σ es un parámetro positivo que gobierna la escala y μ que es un parámetro real que gobierna la posición de la distribución.
La distribución tiene dos parámetros libres y tenemos dos restricciones (el salario medio y el valor del vigésimo percentil), así que podemos tratar de ajustar el modelo a los datos. Del salario medio citado de 68000 € deducimos esta lelación entre el parámetro de posición y el parámetro de escala:
μ = ln(68000 €) − σ2.
Hasta aquí, todo es fácil de calcular. El problema llega cuando intentamos despejar el parámetro de escala con la distribución de probabilidad:
20 % = E[S ≤ 80000 €|μ=ln(68000 €)−σ2] = (1 ⁄ 2) + (1 ⁄ 2) erf{[ln(80000 € ⁄ 68000 €) + σ2 ⁄ 2] ⁄ [σ √(2)]}.
Ningún valor real del factor de escala permite resolver esta ecuación. La distribución log-normal, que es la distribución de salarios más común, es incompatible con los datos salariales citados.
De lo anterior se deduce que los datos salariales citados son extraordinarios: siguen una distribución cualitativamente diferente a la habitual. Ninguna ley física lo impide, pero es algo muy poco probable por definición. Ante afirmaciones extraordinarias, hacen falta evidencias extraordinarias.
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