…esto no es un subtítulo…
2017-07-02
Nos encontramos en pleno 2017 y, aunque puede que no estemos tan
mal como hace unas décadas, los niños siguen usando la
palabra maricón
como insulto, no faltan los «expertos» de barra
de bar que saben mejor que nadie que un hombre trans es en realidad
una marimacho con un trastorno mental
y de vez en cuando hay
agresiones físicas contra personas por el mero hecho de
ser diferentes
. El Orgullo, que buscaba denunciar estas
barbaridades y celebrar la diversidad, tiene estos días poco de
denuncia y mucho de celebración, especialmente para quienes hacen caja
gracias a que «lo gay» vende. Esto deja mal sabor de boca; por otro
lado, quizá los poderes más pachuchos no permitirían el Orgullo si no
moviera tanto dinero.
El Orgullo Crítico de Madrid organizó el miércoles una manifestación como denuncia de la mercantilización de las reivindicaciones a favor de los derechos de quienes se desvían de la norma heteropatriarcal. El jueves y el viernes publiqué algunas fotografías. Hoy va la penúltima tanda.
Cartel. Dice así: Alégrate: ser hetero solo es una fase
.
Cartel. Dice así: Bisexuales y bolleras, en el orgullo aunque
no quieras
.
Cartel. Dice así: Break the closet
.
Cartel. Dice así: LGTB con la huelga de metros, no con
Netflix. ¡El orgullo no se vende!
Cartel que conmemora la figura de Marsha P. Johson.
Cartel. Dice así: Se llama natural a lo que se le han borrado
las huellas de cómo ha sido impuesto
.
Cartel pintado en una camiseta. Dice así: Stop
diversofobia
.
Cartel. Dice así: Tijeretazo
.
Cartel. Dice así: Vuestro odio no cabe en nuestras calles
.
Cartel. Dice así: World price
.
Categorías: Actualidad, Derechos, Madrid