…esto no es un subtítulo…
2018-09-24
Una persona empezó a hablar a gritos en el tren. No pedía dinero, sino que hacía proselitismo con un mensaje escatológico para inspirar miedo en los viajeros. Está feo dar un aviso falso de bomba, pero no hay ningún problema en decir que desearemos estar muertos, aparentemente.
Los sentimientos religiosos son una cuestión muy importante para mucha gente. Es de mala educación, por lo tanto, andar ofendiendo los sentimientos religiosos de la gente. También está la cuestión de los varios delitos contra los sentimientos religiosos, por supuesto. El caso es que ir por ahí gritando y soltando amenazas para convencer a los demás de que profesen la religión propia es, como mínimo, de pésimo gusto: si tu religión o falta de ella es íntimamente importante para ti, mi religión o falta de ella es íntimamente importante para mí.
Los mensajes proselitistas y las formas que los acompañan suelen ser especialmente ofensivos. Insultar a otras personas (personas decentes en su mayoría) llamándolas pecadoras no está bien. Amenazar a los demás con sufrimiento eterno no está bien. Meterse en cuestiones tan delicadas como las creencias religiosas de completos desconocidos no está bien. Gritar a viva voz hasta aturdir a la gente que hay en un lugar abarrotado no está bien. Bloquear zonas de paso para extorsionar a quienes han de usarlas no está bien. Interrumpir la vida privada de una persona en su hogar para tratar de sumarla a las filas de una organización religiosa no está bien. Todos estos actos, cuando se retira el detalle religioso de ellos, están muy mal vistos con toda la razón del mundo.
Categorías: Civismo
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