…esto no es un subtítulo…
2024-07-29
Los videojuegos son un lujo magnífico, un revolucionario medio de expresión artística para sus creadores y una maravillosa fuente de entretenimiento e inspiración, pero hay una clase de jugadores (Gamers con G mayúscula), gente que vive enfadada con el mundo, que se empeña en afear algo tan bonito y crea malestar donde no ha de haberlo. Esta serie de artículos ilustra algunos ejemplos para que las personas curiosas del futuro puedan sentir vergüenza ajena a gusto. El artículo de hoy trata sobre una polémica relacionada con el videojuego Horizon: Forbidden West.
Horizon: Forbidden West es un videojuego de acción de hace un par de años, continuación de Horizon: Zero Dawn, ambientado en un mundo colmado de robots con forma de bestias salvajes. La protagonista, Aloy, se enfrenta a numerosos peligros con agilidad y valentía mientras descubre la verdad sobre el mundo.
Zero Dawn fue muy popular y, en consecuencia, Forbidden
West fue muy esperado, pero no solamente por los aficionados, sino
también por los alborotadores. De pronto, alguien se convenció de
que Aloy
había cambiado y ahora estaba gorda, lo que al parecer era
inadmisible. ¿Qué clase de persona se enfada por ver que el personaje
de un videojuego ha engordado una pizca en el medio año transcurrido
tras el final de su anterior aventura? Pero es que resulta que el
modelo no había cambiado más allá de tener un mayor nivel de detalle.
Aloy seguía estando tan delgada como siempre. La anchura que aparenta
tener un rostro humano fotografiado depende del ángulo y la distancia
de la cámara, de la expresión facial y de la iluminación; las imágenes
de Aloy Los Gamers alborotadores se han quejado de que Aloy
es Categorías:
Miscelánea
gorda mostraban, como mucho, este efecto.
fea
por un motivo o por otro quizá desde que salieron los
primeros anuncios del Zero Dawn. Que al final, para gustos hay
colores, y otra gente sale a defender que Aloy, cuyo rostro está
basado en el de la
actriz Hannah
Hoekstra, es guapa. Pues vale, pues me alegro, pero vamos a ver:
¿quién pierde el tiempo fijándose en esas cosas cuando hay que
enfrentarse con arco y flechas a un tiranosaurio robot que dispara
rayos láser, balas y explosivos? Aloy es una campeona formidable que,
a pesar de haberse criado en un injusto ostracismo, ayuda a la gente
con arrojo; es un modelo maravilloso para todas esas alucinantes niñas
que quieren ser campeonas formidables.