…esto no es un subtítulo…
2024-08-12
La edición de los Juegos Olímpicos de este verano se ha visto manchada, además de por otras cuestiones desagradables que ya esperábamos, por un escándalo fabricado contra la boxeadora de la categoría de 66 kg y embajadora argelina de Unicef Imane Khelif, a quien han acusado públicamente de ser un hombre, de ser transgénero, de ser intersexual: en definitiva, de no ser lo bastante mujer según los deplorables acosadores, entre los que se encuentran incluso matones de la política, porque aquí se habla de todo menos de lo que le concierne a una con tal de desviar la atención o yo qué sé.
Sobre las acusaciones que tiran más hacia la presunta condición transgénero de Imane Khelif, hay que recordar que en Argelia, lamentablemente, no se reconoce legalmente tal condición.
Otra víctima de la espantosa campaña es Lin Yu-ting, boxeadora taiwanesa de la categoría de 57 kg, acusada de lo mismo. Su caso ha sido un poco menos mediático.
Ambas boxeadoras han conseguido el oro olímpico en sus respectivas categorías sin dominar invictos como maromos hipermusculados, sino peleando cada segundo como las competidoras que son en línea con sus contrincantes.
Las acusaciones originales vienen de la Asociación Internacional de
Boxeo, una organización salpicada por varios escándalos de corrupción
y que dejó de estar reconocida por el Comité Olímpico Internacional en
los Juegos Olímpicos de 2020 (celebrados en 2021). La Asociación
Internacional de Boxeo y el Comité Olímpico Internacional están
peleados desde entonces. Por decisión del secretario general de la
Asociación Internacional de Boxeo, las boxeadoras Imane Khelif y Lin
Yu-ting fueron descalificadas por motivos médicos
del
Campeonato del Mundo de 2023 después de que Imane Khelif derrotara a
la rusa Azalia Amineva, hasta entonces invicta. Más adelate, el
presidente de la Asociación Internacional de Boxeo alegó públicamente
que los motivos médicos
fueron los resultados de unas
pruebas ad-hoc de determinación
del sexo
genotípico,
de niveles
hormonales o a saber de qué, porque cada vez dicen una cosa
diferente que contradice la anterior. De acuerdo con el Comité
Olímpico
Internacional, las
pruebas son ilegítimas:
El proceso al completo es defectuoso. Desde la concepción de las pruebas a cómo compartieron los resultados con nosotros [el Comité Olímpico Internacional] y cómo hicieron públicos los resultados, es tan defectuoso que es imposible ponerse con ello.
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