…esto no es un subtítulo…
2025-01-18
General Motors amplió su negocio como fabricante de automoción y se metió en el terreno del espionaje masivo con la venta de la información del comportamiento individual al volante de los conductores de los vehículos comercializados por la compañía. Esta información es jugosa para las compañías aseguradoras, pero a lo mejor venderla sin el consentimiento correctamente informado y libre de los conductores (y, como de costumbre, aquí ha habido de todo menos consentimiento correctamente informado y libre) es espionaje siniestro y repugnante y está, como poco, feo.
La Agencia Federal de Comercio de Estados Unidos, tras investigar esta turbia cuestión, anunció el jueves haber llegado a un acuerdo con General Motors, que tendrá prohibido difundir datos individualizados de comportamiento al volante durante cinco años. Tras estos cinco años, General Motors podrá volver a las andadas del espionaje siempre que informe debidamente a las víctimas de tan sombría actividad. En la distopía ciberpunk en la que vivimos espiar no es ilegal; simplemente es ilegal hacerlo sin rellenar correctamente el papeleo.
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