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Calabaza tallada

2009-10-18

Estamos en la segunda mitad del mes de octubre y los motivos relacionados con la Noche de Brujas crecen como alegres setitas por todo Occidente. Hay una costumbre curiosa y muy popular que consiste en desfigurar a una pobre calabaza para convertirla en un jack-o'-lantern.

Ayer me reuní con I, conocida internacionalmente por Arte sobre hielo, para hacerle la cirugía plástica a una calabaza. Éste es el resultado:

La vida de esta calabaza cambió de la noche a la mañana.

Convertir una calabaza anónima e ignorante de lo que le viene encima en un llamativo jack-o'-lantern es fácil y divertido; sólo hay que seguir estos pasos:

1. En primer lugar, hay que abrir una tapa en la parte superior de la calabaza. El agujero ha de ser lo bastante grande como para poder manipular el interior de la calabaza manualmente y lo bastante pequeño como para tener una buena suficiente para tallar. La tapa habrá de sostenerse sobre el cuerpo de la calabaza en el último paso, así que el corte ha de ser en bisel de modo que la tapa solape por encima del cuerpo. La calabaza puede llorar durante este primer paso, pero es seguro ignorarla si lo hace en silencio.
2. En segundo lugar, hay que vaciar el interior de la calabaza. Para esto bastan una cuchara y algo de paciencia. Tanto la pulpa como las pipas son aprovechables para preparar toda clase de platos.
3. En tercer lugar, hay que tallar la cáscara de la calabaza. La idea consiste en que los agujeros y relieves formen un dibujo. Es muy popular la opción de formar una cara monstruosa y burlona. Si el dibujo es simple, un cuchillo bastará para las labores de tallado; si el dibujo es complejo, puede ser necesario recurrir a herramientas especiales.
4. En cuarto lugar, hay que colocar y encender una fuente luminosa en el interior de la calabaza. La fuente luminosa puede ser una vela.
5. En último lugar, hay que colocar la tapa del primer paso sobre la calabaza y disfrutar del espectáculo.

Detalle del lateral de la calabaza. Es un espectro de ojillos brillantes.

La calabaza vista desde arriba. La tapa tiene un exceso de holgura, pero la queremos de todas formas.

Si la calabaza se quejara y diera muestras de tener consciencia propia en algún momento, lo más humano sería abortar el proceso.

Categorías: DIY

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