…esto no es un subtítulo…
2022-01-31
He perdido la cuenta de las ocasiones en las que estoy cruzando un paso de peatones, la luz del semáforo para peatones cambia de verde continuo a verde parpadeante y un coche que estaba detenido en primera línea ante el paso acelera repentinamente y a punto se queda de atropellarme. Sucede que el conductor, en vez de mantenerse atento a su entorno en busca de situaciones peligrosas, ignora todo salvo la luz del semáforo mientras permanece a la espera de que se ponga en amarillo intermitente, momento en el que, de inmediato, pisa a fondo para, quizá, hacer evidente su sobrehumana rapidez de reacción y ganar una carrera imaginaria. Si el conductor tiene la vergüenza torera de volver a mirar hacia el propio paso y los peatones que por él cruzan, vuelve a poner a prueba sus reflejos y frena bruscamente a escasos centímetros del primer peatón candidato a víctima.
Los conductores que juegan a las carreras en los semáforos son unos incívicos que ponen en peligro a los peatones y que bien tendrían que perder el privilegio de conducir. Son malas personas porque anteponen el placer de jugar a las reacciones rápidas a la salud de los demás. Si quieren jugar a pisar el acelerador a fondo justo cuando salta el semáforo, tienen muchísimos videojuegos para elegir que, además, son mucho más baratos que un automóvil.
¡El semáforo en amarillo intermitente obliga a extremar la precaución y ceder el paso!
Categorías: Civismo