…esto no es un subtítulo…
2023-07-27
Son Gokū, protagonista de Dragon Ball, es uno de los personajes más famosos e influyentes del mundo. Resulta que, probablemente por accidente, tiene algunos paralelismos interesantes con una figura que prácticamente define lo que es ser influyente: Jesús de Nazaret.
Para los cristianos, Jesús de Nazaret es el arquetipo de persona de corazón puro.
La pureza del corazón de Son Gokū sale a relucir en múltiples ocasiones: por ejemplo, en el número 4 de Dragon Ball se monta a la primera en Kinto'un, la nube voladora que solamente admite a personas puras de corazón; Kinto'un se convertirá en su conveniente medio de transporte a partir de entonces. Y la pureza se mantiene con el correr de las décadas: en el número 437 de Dragon Ball, por ejemplo, Kaiō-shin elogia la calidad del alma de Son Gokū.
El concepto de la pureza del corazón es algo nebuloso. ¿Ser puro de corazón es ser ingenuo como un niño? Los Evangelios no muestran precisamente a un Jesús de Nazaret ingenuo, sino bastante espabilado, astuto, capaz de detectar y sobreponerse a las triquiñuelas malintencionadas. En cambio, Son Gokū es ingenuo y se deja engañar (por ejemplo, por su hermano Raditz en el número 202 de Dragon Ball). ¿Ser puro de corazón es estar libre de ciertos vicios? Jesús de Nazaret se comportó con ira ante los mercaderes del templo en el en Mateo 21, Marcos 11 y Juan 2, pero por lo demás no se le conocen excesos. Son Gokū pecaba, por ejemplo, de gula, hasta el punto de que lo vimos atiborrándose de comida (muy rica), a pesar de que estaba muerto y no necesitaba comer, en el número 437 de Dragon Ball. ¿Ser puro de corazón es tener una simpleza de intenciones? En tal caso, puede decirse que la obsesión de Jesús de Nazaret por salvar al ser humano y la obsesión de Son Gokū por medirse con luchadores más fuertes son puras.
Categorías: Cómic