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Cierto mito sobre lanzallamas improvisados con botes de desodorante

2013-04-24

Unas personas mayores de edad, que no adultas, discutían hace unos días sobre cómo usaban lanzallamas improvisados para matar insectos. Utilizaban botes de desodorante en aerosol y encendedores: la llama del encendedor servía para prender fuego al muy inflamable chorro de desodorante y propelente. Uno de los candidatos al premio Darwin dijo lo siguiente (que es falso):

Es peligroso apagar el mechero antes de detener el spray porque la llama se mete dentro del bote y le prende fuego.

Esto, por supuesto, no funciona así. Veamos por qué. La rapidez de propagación del frente de combustión es mucho menor que la de salida del chorro, así que no es viable que la llama vuelva corriente arriba, se introduzca por la tobera de salida y le prenda fuego al bote por dentro. Esto es cierto con el mechero encendido: basta con ver que el bote no explota y que la llama proyectada es alargada, lo que muestra que avanza poco hacia los lados mientras es arrastrada rápidamente hacia adelante con la velocidad de salida del chorro. Si imaginamos que es un misterioso y potente mecanismo de succión originado en la llama del encendedor lo que aleja la corriente de fuego de la tobera de salida del desodorante, tendríamos que aceptar que este mecanismo de succión frenara igualmente la llama que lo sobrepasa, cosa que obviamente no sucede. Por lo tanto, apagar el mechero no hace que la llama retroceda al bote. No hablemos, por supuesto, de la necesidad de una concentración significativa de oxígeno en el interior del bote para que la combustión pueda producirse en su interior.

Ilustración del avance de la llama frente al del chorro.
Ilustración del avance de la llama frente al del chorro. Se entiende que la llama avanza aproximadamente a igual velocidad en todas direcciones relativa al movimiento de avance del chorro. Como en el tiempo en el que este chorro ha avanzado una gran distancia el frente de llama apenas se ha movido un poco, es evidente que la llama es mucho más lenta que el chorro de salida y no puede moverse corriente arriba.

El auténtico peligro de un lanzallamas improvisado con un bote de desodorante no está en que la llama se vuelva retrógrada y penetre en el interior del recipiente, sino en que es muy probable dirigir la llama accidentalmente hacia seres vivos y mobiliario.


Categorías: Física

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