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El problema con EME

2017-03-26

EME es un estándar propuesto para la comunicación entre un navegador web y un sistema DRM de los que restringen el uso que puede dársele a un contenido digital. Antes de EME, teníamos varios sistemas propietarios que competían entre sí. Funcionaban en una muy limitada variedad de plataformas y estaban plagados de problemas de seguridad importantes debido a que se integraban con los navegadores a través de interfaces excesivamente generales. La promesa de EME, como mecanismo estandarizado pensado específicamente para la comunicación entre los navegadores y los sistemas DRM, es que permitirá una experiencia posiblemente más segura en una variedad de plataformas posiblemente mayor.

El tema de EME, que ya lo hemos tratado aquí alguna vez, es polémico. A su favor hay que decir que EME en sí no es un sistema DRM y que la integración de dichos sistemas antes dejaba al usuario en una situación que era, al menos a corto plazo, peor que con EME. Ahora bien, la ausencia de un estándar enviaba un mensaje: los sistemas DRM hacen que la web sea más cerrada, lo que va en contra de un esfuerzo de estandarización que busca que la web sea más abierta. ¡Los sistemas DRM estaban oficialmente fuera del ecosistema! Con la estandarización de EME, el mensaje es distinto: se reconoce a los sistemas DRM como una especie de ciudadanos de primera. Incluso si la cosa no va a más, la situación es desagradable por una cuestión de principios. Los sistemas DRM, que restringen el uso que puede darle un usuario (¡una persona física!) a su propiedad física real y palpable para garantizar ciertos privilegios sobre una nebulosa «propiedad intelectual» de terceros (por lo general, empresas: meras ficciones legales), van en contra de un ideal de una web abierta e inclusiva que aumenta la libertad de los individuos. Quizá porque éramos unos ilusos, nos autoconvencimos de que tal ideal era compartido.

Categorías: Derechos, Informática

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