…esto no es un subtítulo…
2020-06-13
El modelo SIR es un modelo muy sencillo del comportamiento de una epidemia a lo largo del tiempo. Tras explicar algunas características del modelo, vimos:
Hoy vamos a ilustrar el comportamiento del sistema para varios conjuntos de parámetros.
Recordemos que estamos estudiando el siguiente sistema autónomo:
dS ⁄ dt = μ − (1+μ) R0 S I − μ S;
dI ⁄ dt = (1+μ) R0 S I − (1+μ) I.
Aparecen varios símbolos cuyo significado es el siguiente:
Veamos unos cuantos retratos de fase, que muestran la forma de las trayectorias del sistema en el plano S, I.
En los retratos de fase siguientes, el equilibrio libre de enfermedad aparece como un símbolo vacío en S = 1, I = 0; el equilibrio endémico aparece como un símbolo relleno, las trayectorias son líneas continuas y las flechas indican la dirección del campo de velocidades dS ⁄ dt, dI ⁄ dt.
Las epidemias son débiles cuando 1 < R0 < (2 ⁄ μ) [1+μ−√(1+μ)] y el equilibrio endémico es un nodo estable; son moderadas cuando (2 ⁄ μ) [1+μ−√(1+μ)] < R0 < (2 ⁄ μ) [1+μ+√(1+μ)] y el equilibrio endémico es una espiral atractora; y son fuertes cuando R0 > (2 ⁄ μ) [1+μ+√(1+μ)] y el equilibrio endémico vuelve a ser un nodo estable.
Recordemos que estábamos expresando el tiempo en unidades tales que el ritmo de recuperación es unitario. La natalidad es baja cuando el ritmo de natalidad es muy inferior al ritmo de recuperación (μ ≪ 1) y la epidemia se comporta como si no hubiera natalidad durante mucho tiempo antes de que se note el efecto de la natalidad; la natalidad es moderada cuando el ritmo de natalidad es próximo al ritmo de recuperación (μ ≅ 1) y los efectos de natalidad y recuperación son comparables; y la natalidad es alta cuando el ritmo de natalidad es muy superior al ritmo de recuperación (μ ≫ 1) y el efecto de recuperación es despreciable.
Con una natalidad nula (μ = 0) y una epidemia cualquiera (R0 > 1), no existe el equilibrio endémico y todas las trayectorias acaban en algún punto del eje I = 0.
Retrato de fase de una epidemia con natalidad nula.
Con una natalidad baja (μ = 0,05) y una epidemia débil (R0 = 1,01), el equilibrio endémico es un nodo estable, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo exponencialmente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es baja, las trayectorias permanecen durante mucho tiempo muy similares a las que se producen sin natalidad y, finalmente, quiebran para dirigirse hacia el equilibrio endémico.
El equilibrio endémico está muy próximo al equilibrio libre de enfermedad debido a que la epidemia es débil.
Retrato de fase de una epidemia débil con natalidad baja.
Con una natalidad baja (μ = 0,05) y una epidemia moderada (R0 = 2,5), el equilibrio endémico es una espiral atractora, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo oscilatoriamente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es baja, las trayectorias permanecen durante mucho tiempo muy similares a las que se producen sin natalidad y, finalmente, quiebran para dirigirse hacia el equilibrio endémico.
El equilibrio endémico está lejos del equilibrio libre de enfermedad debido a que la epidemia es moderada.
Retrato de fase de una epidemia moderada con natalidad baja.
Con una natalidad baja (μ = 0,05) y una epidemia fuerte (R0 = 100), el equilibrio endémico es una espiral atractora, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo oscilatoriamente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es baja, las trayectorias permanecen durante mucho tiempo muy similares a las que se producen sin natalidad y, finalmente, quiebran para dirigirse hacia el equilibrio endémico.
El equilibrio endémico deja muy pocos susceptibles debido a que la epidemia es fuerte.
Retrato de fase de una epidemia fuerte con natalidad baja.
Con una natalidad moderada (μ = 1) y una epidemia débil (R0 = 1,15), el equilibrio endémico es un nodo estable, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo exponencialmente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es moderada, las trayectorias tienen poco que ver con las que se producían sin natalidad.
El equilibrio endémico está muy próximo al equilibrio libre de enfermedad debido a que la epidemia es débil.
Retrato de fase de una epidemia débil con natalidad moderada.
Con una natalidad moderada (μ = 1) y una epidemia moderada (R0 = 4), el equilibrio endémico es una espiral atractora, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo oscilatoriamente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es moderada, las trayectorias tienen poco que ver con las que se producían sin natalidad.
El equilibrio endémico está lejos del equilibrio libre de enfermedad debido a que la epidemia es moderada.
Retrato de fase de una epidemia moderada con natalidad moderada.
Con una natalidad moderada (μ = 1) y una epidemia fuerte (R0 = 10), el equilibrio endémico es un nodo estable, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo exponencialmente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es moderada, las trayectorias tienen poco que ver con las que se producían sin natalidad.
El equilibrio endémico deja muy pocos susceptibles debido a que la epidemia es fuerte.
Retrato de fase de una epidemia fuerte con natalidad moderada.
Con una natalidad alta (μ = 10) y una epidemia débil (R0 = 1,25), el equilibrio endémico es un nodo estable, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo exponencialmente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es alta, las trayectorias tienden a vivir en el eje S + I = 1, que es el que corresponde a una situación en la que no hay tasa de recuperación.
El equilibrio endémico está muy próximo al equilibrio libre de enfermedad debido a que la epidemia es débil.
Retrato de fase de una epidemia débil con natalidad alta.
Con una natalidad alta (μ = 10) y una epidemia moderada (R0 = 2), el equilibrio endémico es una espiral atractora, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo oscilatoriamente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es alta, las trayectorias tienden a vivir en el eje S + I = 1, que es el que corresponde a una situación en la que no hay tasa de recuperación.
El equilibrio endémico está lejos del equilibrio libre de enfermedad debido a que la epidemia es moderada.
Retrato de fase de una epidemia moderada con natalidad moderada.
Con una natalidad elevada (μ = 10) y una epidemia fuerte (R0 = 3,5), el equilibrio endémico es un nodo estable, así que casi todas las trayectorias (salvo las del eje I = 0) acaban convergiendo exponencialmente al equilibrio endémico.
Como la natalidad es alta, las trayectorias tienden a vivir en el eje S + I = 1, que es el que corresponde a una situación en la que no hay tasa de recuperación.
El equilibrio endémico deja muy pocos susceptibles debido a que la epidemia es fuerte.
Retrato de fase de una epidemia fuerte con natalidad elevada.
Categorías: Matemáticas, Salud
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