…esto no es un subtítulo…
2011-02-20
En sus orígenes, la palabra «mediocre» significaba 'ordinario', 'indiferente': algo cuyas cualidades no destacan. En efecto, «mediocre» viene del latín «mediōcris, que significa 'medio', 'moderado', 'ordinario', 'indiferente'. Con esta definición, casi todo es mediocre en la práctica.
Lo raro es no ser mediocre.
Ahora bien, con el tiempo, esta palabra adquirió otra
acepción: 'malo'. En efecto, la primera acepción contemplada por la RAE es la dada al principio
de este artículo (de calidad media
), pero hay otra: de poco
mérito, tirando a malo
. El origen de este segundo significado
podría estar en situaciones en las que se espera que alguien o
algo destaque positivamente, de modo que un resultado próximo al
promedio se convierte en una decepción. De esta situación a que
la mediocridad sea objetivamente mala (es decir, de una calidad
inferior a la media) hay un trecho que no es excesivamente largo.
Independientemente del origen del segundo significado no compartido
con muchas otras lenguas descendientes del latín, tendríamos que
considerar si realmente nos interesa, como usuarios y beneficiarios de
la lengua española, mantener tal multiplicidad de significados casi
contradictorios que, más que enriquecer el idioma, lo empobrece al
introducir ambigüedades interpretativas que dificultan la correcta
interpretación del mensaje que se desea transmitir.
Categorías: Lingüística
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