Precio de la electricidad en diciembre de 2013: la compañía eléctrica contra la producción humana
2013-12-29
La electricidad está cara, pero no hemos llegado al punto de no retorno en el que generarla mediante fuerza muscular humana será más barato… todavía. Echemos cuentas, pero hagámoslo rápidamente para gastar poco.
Generación eléctrica humana
Vamos a suponer que el productor de electricidad es un ser humano adulto, joven y sano que pedalea en una bicicleta estática conectada a un generador. Como nuestro sujeto está acostumbrado a pedalear unas cuantas horas diarias todos los días del año, tiene una eficiencia muscular elevada: en torno a un 26 %. El sistema eléctrico es de corriente continua en baja tensión y tiene unas pérdidas del 25 % entre lo que se va en generador, regulador y acumuladores hasta los aparatos eléctricos; es decir, la instalación eléctrica tiene un rendimiento del 75 %, que combinado con el rendimiento del 26 % del tipo que pedalea, nos deja un rendimiento final del 20 % en la conversión de la energía de los alimentos en energía eléctrica.
Nuestro individuo generador de electricidad se alimenta de aceite de girasol y se ha vuelto perfectamente eficiente en ello, así que absorbe toda la energía del aceite sin pérdidas y sin gastar nada en adquirir suministros. Esto es muy importante porque este artículo es una cosa de broma y no merece la pena afinar los cálculos. El aceite de girasol tiene un contenido energético de unos 34 MJ dm−3 y podemos conseguirlo por 1,2 € dm−3. Como el aceite de girasol tiene una densidad energética de 34 MJ dm−3, el precio por unidad de energía es de 35 € GJ−1 o 0,13 € kW−1 hora−1.
La producción puede variar. Lo que cuesta producir una unidad de energía eléctrica es lo que cuesta la unidad de energía de alimentos dividido por el rendimiento del sistema: unos 180 € GJ−1 o 0,64 € kW−1 hora−1.
Este modelo asume algunas cosas poco realistas, pero podemos cubrir las pérdidas reales explotando más las capacidades humanas. Los residuos de la digestión pueden servir de combustible, por ejemplo.
Precios ofrecidos por las compañías eléctricas
El precio de la electricidad varía mucho con la potencia contratada y tiene dos partes: un término de potencia (que no depende del consumo total) y un término proporcional a la energía consumida. Si nos limitamos al término de energía en la Tarifa de Último Recurso, nos sale un precio tras impuestos de unos 0,16 € kW−1 hora−1, es decir, unos 44 € GJ−1. Este término de energía es como la cuarta parte del de la generación humana.
No hemos analizado el término de potencia. La potencia contratada puede ser tan baja como 2,2 kW y el término de potencia correspondiente es de unos 8,3 € después de impuestos cada mes. Con esto y el término de energía anterior, salen unos precios inferiores para la generación humana si la energía consumida es muy baja y asumimos un término de potencia nulo (esencialmente, los costes de amortización de la instalación) para la generación humana. La siguiente gráfica sirve de ejemplo:
Comparación de los costes asumidos por el consumidor doméstico de
electricidad para consumos muy pequeños. La línea de trazos es según
el optimista sistema de generación descrito en este artículo y la
línea continua es de acuerdo con la Tarifa de Último Recurso con una
potencia contratada de 2,2 kW. Todavía
hace falta un consumo minúsculo para que salga rentable pedalear para
producir electricidad.
Conclusiones
Todavía no hemos llegado a la situación distópica con precios ofertados por las compañías eléctricas tan caros que sale más rentable usar un generador eléctrico accionado a pedales… y eso que el modelo que hemos usado para la generación humana era francamente optimista. Esto quiere decir que las cosas tienen margen para empeorar. Tenemos tiempo para prepararnos ante nuestro futuro de Mad Max. Viva o algo.
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