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Recordatorio: España no es presidencialista

2018-06-07

En estos tiempos de cambio de Gobierno, nos guste o no dicho cambio, hemos de tener bien presente que España tiene un sistema parlamentario, no presidencialista, para la elección del poder ejecutivo. De forma simplificada, el proceso es el siguiente:

En lo que respecta a la elección de la composición de las Cortes, lo único que puede hacer el pueblo es votar a favor de tales o cuales representantes, es decir, dar una aprobación directa a una candidatura. Hay, por lo tanto, mucha información que las votaciones no dan de forma directa; por ejemplo, no se sabe qué opciones rechazan los votantes. Lo único que puede decirse es que una mayoría de votos en las Cortes se supone que representa de alguna manera la voluntad de la mayoría del pueblo español.

Es habitual que el Gobierno esté formado por miembros del partido político con más escaños en el Congreso, pero no hay ninguna obligación para que sea así, ya que el pueblo lo que elige directamente es la composición del poder legislativo, no la composición del poder ejecutivo. Igual que una minoría de escaños, aunque sea la minoría más grande, no representa necesariamente la voluntad de la mayoría del pueblo español, un Gobierno formado por miembros del partido de dicha minoría tampoco refleja necesariamente la voluntad de la mayoría del pueblo español. Tan legítimo es elegir una candidatura a la presidencia del Gobierno como lo es elegir a la de al lado, quizá especialmente en una situación como la actual, en la que los escaños están muy repartidos y ningún partido tiene una mayoría. Se alcanza la decisión tras parlamentar, que es lo algo que supuestamente se hace en los parlamentos. Igualmente, como esto es una democracia representativa parlamentaria y no una dictadura implantada tras el acuerdo de una minoría de votantes, las Cortes, tras parlamentar, pueden quitar a un presidente del Gobierno (y, con ello, a todo el Gobierno) mediante moción de censura y poner otro. Si se acepta la legitimidad del sistema representativo parlamentario cuando una minoría llega al Gobierno, habrá que aceptar la legitimidad del sistema representativo parlamentario cuando esta minoría sale y entra otra, pues cada movimiento se supone que refleja de alguna manera el diverso conjunto de voces del pueblo.

Todo lo anterior implica que no hay ganadores ni perdedores a las elecciones al Gobierno, pues en primer lugar el Gobierno no se elige mediante elecciones y, en segundo lugar, cualquier mayoría parlamentaria, sin importar si está formada por miembros de un partido o de muchos, se supone que representa una mayoría del pueblo.


Categorías: Miscelánea

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