…esto no es un subtítulo…
2011-11-16
El copyleft es un curioso instrumento
legal que permite la libre distribución de
toda clase de obras bajo términos que garantizas las
libertades de usuarios y creadores e impide la imposición de
restricciones adicionales. Por su naturaleza, entra en colisión con
el modelo de negocio de no pocos monopolistas (tales como vendedores
de software privativo que sustrae del público unas cuantas libertades)
quienes, a menudo, lanzan argumentos sobre la naturaleza vírica
de las licencias de copyleft. Atención a la elección de las
palabras, pues va cargada de veneno: naturaleza vírica
…
¡pero si el público asocia automáticamente los virus con la
transmisión de toda clase de enfermedades infecciosas!
¿Qué quiere decir esto de la naturaleza vírica
?
Quiere decir que el uso de una obra distribuida bajo
copyleft para producir una obra derivada obliga a que esta
obra derivada esté también distribuida bajo copyleft.
Algo infeccioso, sí, pero, ¿se trata de una característica
única del copyleft? La respuesta es un no rotundo.
Los términos de uso y distribución privativos (o propietarios o
monopolistas, como quiera uno llamarlos), que se aplican por
defecto (sin necesidad de registro, sin necesidad de hacer
declaraciones, sin necesidad de escribir una licencia) en buena
parte del mundo, impiden el uso de las obras distribuidas
bajo dichos términos con el fin de crear obras libres, sean
éstas distribuidas bajo copyleft o bajo licencias libres
no tan fuertes. De esta manera, si una obra se encuentra bajo los
términos de un monopolio privativo, cualquier obra derivada de ésta
ha de estarlo también. Por lo tanto, las obras privativas
(propietarias, en monopolio) tienen el mismo carácter vírico que
las distribuidas bajo copyleft.
Vemos que los defensores de los monopolios privativos o
propietarios, al usar el argumento del carácter vírico
, están
criticando la misma estrategia que ellos emplean. Hay, no obstante,
muchas obras libres que no se distribuyen bajo copyleft,
sino bajo licencias menos rígidas que permiten la imposición de
restricciones adicionales por parte de terceros. Mientras que las
licencias GPL y CC-BY-SA
son ejemplos típicos de licencias de
tipo copyleft, las de «tipo BSD» (como
la de FreeBSD) y CC-BY son
ejemplos característicos de licencias libres pero sin copyleft
(también conocidas, a veces de forma imprecisa, como «permisivas»).
Muchos argumentas que estas licencias dan más libertades, lo que
es cierto y de virtud dudosa para unos y cierta para otros (dan la
libertad de modificar de alguna manera y negarles las libertades a los
usuarios del producto modificado). Ahora bien, es evidente que estas
licencias carecen del famoso carácter vírico
y, por lo tanto,
los defensores de ellas a la vez que críticos del copyleft
tienen perfecta autoridad moral para esgrimir el famoso argumento.
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